Ceremonia en la Catedral de Palencia

El cuarteto Ad Libitum participó con su música en una ceremonia de boda en la Catedral de Palencia

 

Después de una semana lluviosa el tiempo dio una tregua para poder disfrutar de una soleada mañana en Palencia. La novia llegó en un elegante coche de La Belle epoque  y enfiló la entrada a la Catedral, que estaba adornada exquisitamente por Vivaldi Floristas. En ese momento comenzaron a sonar las primeras notas de la Marcha Nupcial de Mendelssohn interpretadas por los músicos de Ad Libitum.

La Santa Iglesia Catedral Basílica de San Antolín de Palencia, popularmente conocida como la Bella Desconocida, es un edificio de grandes proporciones, de 130 m de longitud, 50 m de anchura en el crucero y unos 43 m de altura en el ábside; es por esto la tercera catedral más grande de España, después de la Catedral de Sevilla y la Catedral de Toledo.

Boda Catedral Palencia

Fue erigida sobre una primitiva iglesia visigótica de la que aún se conservan restos en la cripta que alberga la figura del patrono de la ciudad, San Antolín. Las distintas etapas constructivas determinaron su inusual doble crucero y sus correspondientes cinco puertas. Dignos de especial admiración son el altar mayor, la Capilla del Sagrario, la girola, la Cripta y el trascoro con el políptico de Nuestra Señora de la Compasión de Jan Joest de Calcar obra maestra de este pintor holandés.

Obras de maestros de la pintura y la escultura como El Greco, Gil de Hontañón, Gil de Siloé, Juan de Flandes o Pedro Berruguete son albergadas en su interior.

La boda se celebró en el altar mayor, donde a sus pies se situaron los músicos del cuarteto para interpretar la música que habían elegido los novios para su ceremonia. Un repertorio basado en música clásica que realzaba la belleza de este imponente templo palentino.  Jesus bleibet meine Freude de la Cantata 147 de  J. S. Bach entre las lecturas, La Réjouissance, de los reales fuegos artificiales de G. Haendel en el rito del matrimonio o el famoso aria Lascia Ch´io pianga, de la ópera “Rinaldo” de G. Haendel en la comunión fueron algunas de las obras que interpreto Ad Libitum para la música de la ceremonia religiosa.