Ceremonia en la Iglesia de San Pablo en Valladolid

Ceremonia en la Iglesia de San Pablo en Valladolid

A las 17.30h las primeras notas de Ad Libitum sonaban en la Iglesia conventual de San Pablo para anunciar el comienzo de la ceremonia religiosa.

Fotografía: Galio

Esta Iglesia, situada en la Plaza de San Pablo, lugar donde se hallan, además de la iglesia, el Palacio Real y el Palacio de Pimentel, los llamados sitios reales en siglos pasados es uno de los grandes atractivos de la ciudad de Valladolid. Destaca especialmente su fachada, situada a los pies del templo, representa una espléndida manifestación del barroquismo escultórico propio de las construcciones del tiempo de los Reyes Católicos, que trata de reproducir en piedra verdaderos trabajos de filigrana, más propios de un orfebre que de un cantero. En ella se evidencia el trabajo de varios autores y muy probablemente distintas etapas de construcción, lo cual le resta algo de unidad al conjunto. Se presenta centrada y enmarcada lateralmente entre dos altas y esbeltas torres que se coronan con sencillas espadañas y se muestran muy sobrias en decoración, resaltando aún más su efecto monumental.

El repertorio, que eligieron los novios,  fue muy original ya que utilizaron BSO y canciones así como piezas muy conocidas de música clásica.

Boda en el Monasterio de Santa María de Valbuena

Boda en el Monasterio de Santa María de Valbuena

El sábado por la mañana, Ad Libitum participó en una ceremonia religiosa con su música en el Monasterio de Santa María de Valbuena, situado en la pedanía de San Bernardo perteneciente a Valbuena de Duero.

Tras un comienzo lleno de imprevistos por el retraso del autocar de los invitados que les llevaba a la Iglesia y por el fallo de la megafonía, la música dio inicio a una bella ceremonia.

Como curiosidad, a los monjes de este Monasterio se les las primeras plantaciones de vides, a partir del siglo XII, que darían lugar a la conocida denominación de origen de los vinos Ribera del Duero.

Otra boda más, en al que la música de Ad Libitum amenizó la ceremonia.